SEAT adoptó un nuevo enfoque para la cuarta generación del Ibiza. Partiendo de las versiones anteriores, el equipo de desarrollo trabajó para combinar un nuevo lenguaje de diseño con algunas de las tecnologías más innovadoras disponibles en el momento. Todo ello mientras el vehículo alcanzaba el hito de los 25 años de producción en 2009.
El nuevo modelo estrenó el concepto “Arrow Design”, del diseñador Luc Donckerwolke, que otorgaba a la parte delantera una apariencia muy característica. El Ibiza conseguía un aspecto distintivo y muy deportivo gracias al empleo de líneas geométricas y a la evolución de la clásica “Dynamic Line” de SEAT, que se extendía a lo largo de los laterales. Esta generación se ofrecía con carrocerías de 3 y 5 puertas, y también familiar.
Pero en el cuarto Ibiza la apariencia no lo fue todo. También destacó su equipamiento, que aumentó hasta situarse entre los más completos de su segmento, con una dotación que incluía airbags laterales para cabeza y pecho, control electrónico de estabilidad, asistente de arranque en pendiente y aviso de baja presión de neumáticos.
Por otra parte, las pruebas de seguridad Euro NCAP refrendaron el trabajo realizado en el Centro Técnico de Martorell, al obtener cinco estrellas en la categoría de protección de los pasajeros, cuatro estrellas en seguridad infantil y tres estrellas en protección de peatones.
Esta generación del Ibiza también hizo gala de una excelente dinámica gracias a la adopción de una nueva plataforma del Grupo Volkswagen. En el apartado mecánico, una de las grandes novedades fue la llegada de la caja de cambios automática DSG de siete velocidades asociada al motor de gasolina 1.6 de 105 CV. Entre las ventajas de esta transmisión figuraba la capacidad de aportar mayor confort a la conducción manteniendo la deportividad típica de SEAT.
La oferta de motores creció para cubrir las nuevas necesidades de eficiencia y prestaciones, con opciones gasolina y diésel de entre 70 y 105 CV.
Y en materia de ecología dio un paso más allá: las versiones Ecomotive posicionaron al Ibiza como el modelo de cinco plazas con menores emisiones de su clase, con un registro de 98 g/km de CO2 según el ciclo de prueba oficial del momento.