El SEAT León no solo es uno de los vehículos más avanzados en términos de propulsión por su sistema híbrido enchufable, sino también uno de los más seguros que la marca haya desarrollado hasta el momento. El nuevo compacto ha sido diseñado para controlar su entorno en mayor medida y reaccionar ante obstáculos que pueda haber en la carretera o ante movimientos repentinos de otros conductores. Y esto lo hace gracias a la integración de un conjunto de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), algunos de ellos actualizados y otros completamente nuevos.
Las nuevas tecnologías implementadas en el SEAT León permiten que el coche detecte su entorno para ofrecer una protección óptima sin importar las condiciones cambiantes de cada escenario, elevando así la seguridad a un nuevo nivel.
Así, la cuarta generación del León reúne una gama de nuevos sistemas ADAS que incluyen control de velocidad de crucero adaptativo y predictivo (ACC), asistente de emergencia, asistente de viaje, detector de ángulo muerto y alerta de tráfico posterior, que, en conjunto, protegen al vehículo y a sus ocupantes, tanto durante la conducción como estando aparcado –el detector de ángulo muerto reconoce vehículos en el ángulo ciego del nuevo León, hasta 70 metros de distancia, mientras que el asistente de salida incluye la alerta de tráfico posterior al salir del aparcamiento marcha atrás, y el asistente de advertencia de apertura de puertas. Este último sistema funciona tanto desde el lado de la carretera como desde el de la acera, y detecta si existe peligro al abrir las puertas por acercamiento de coches, bicicletas o incluso peatones, emitiendo una advertencia sonora y visual (mediante la luz de ambiental envolvente).
El control de crucero adaptativo y predictivo (ACC predictivo) ubica al León en una posición exacta gracias a la información suministrada por el GPS del sistema de navegación. Esto permite adecuar la velocidad del coche teniendo en cuenta el trazado de la vía: curvas, rotondas, cruces, límites de velocidad y áreas urbanizadas. El sistema de reconocimiento de señales de tráfico y la imagen que capta la cámara multifuncional frontal permiten ajustar la velocidad del vehículo cuando cambian los límites en cada tramo.
La conducción automática continúa con la introducción del asistente de viaje. El sistema utiliza información del control de crucero adaptativo y predictivo (ACC), y del asistente de salida involuntaria de carril (Lane Assist) para mantener al vehículo en el centro del carril y ajustar la velocidad al tráfico, proporcionando una conducción asistida a velocidades de hasta 210 km/h.
Para mantener la seguridad y cumplir con los requisitos legales, el conductor debe vigilar constantemente el sistema y su entorno, manteniendo al menos una mano en el volante. Si los sensores capacitivos del volante (con ACC predictivo) detectan que se sueltan ambas manos durante unos segundos, el sistema emite señales visuales y sonoras, incluida una micro frenada de aviso. Si el conductor sigue sin responder, el asistente de emergencia puede hacer que el León se detenga por completo, a la vez que llama a los servicios de emergencia.