A finales de los años 80, SEAT puso en marcha un ambicioso proyecto para competir en el Dakar. El vehículo desarrollado por los ingenieros de SEAT Sport fue el espectacular Toledo Marathon.
SEAT Sport se había fundado a finales de 1985, y su primer prototipo de competición había sido el Ibiza Bimotor de tracción total para el Campeonato de España de Rallyes de Tierra. Le siguió el Marbella Proto, también para el nacional de tierra, pero en la categoría de dos ruedas motrices. Entonces SEAT decidió pasar a los raids, y en el Salón del Automóvil de Barcelona de 1989 se presentó la maqueta de un Ibiza Marathon.
Sin embargo, finalmente la base elegida para el prototipo fue el Toledo, el último modelo de SEAT producido en la fábrica de Zona Franca, y presentado en 1991. Pero el desarrollo del prototipo y la experiencia del equipo en los raids ya había arrancado en 1989. Durante tres temporadas, el equipo presidido por el ingeniero Vicenç Aguilera (también era el responsable del Centro Técnico de Martorell) y dirigido por Gaby Cortés, participó en el Campeonato de España de Rallys Todoterreno. Utilizaron otros modelos del Grupo VW desarrollados por SEAT Sport, que en 1990 inauguró unas nuevas instalaciones en Abrera, donde en la actualidad se encuentra CUPRA Racing.
El proyecto del Toledo Marathon iba a ser el primer programa internacional de SEAT desde el Trofeo de Marcas conquistado en el Rally de Montecarlo de 1977. Para el regreso a la alta competición, SEAT había optado por una especialidad que admitiera los coches prototipo, con un gran parecido con los vehículos de serie y, al mismo tiempo, un amplio margen para demostrar la capacidad tecnológica de la marca.
El proyecto definitivo del SEAT Toledo Marathon arrancó en octubre de 1990. El vehículo se desarrolló según las especificaciones del reglamento internacional del Grupo T3 (vehículos prototipo todoterreno). Sobre una estructura multitubular, la carrocería de materiales compuestos escondía un motor de 330 CV en posición central, con tracción a las cuatro ruedas, diferencial central (bloqueable) y diferenciales autoblocantes en ambos ejes.
SEAT Sport trabajó especialmente en las suspensiones, muy importantes en este tipo de carreras. Su diseño de dobles triángulos era una de las soluciones más avanzadas e innovadoras del Toledo Marathon, con un recorrido de 30 centímetros. Al mismo tiempo, la similitud de formas con el Toledo estaba muy lograda.
El desarrollo final del Toledo Marathon se llevó a cabo durante 1992, con Josep Maria Servià como piloto, que ya había competido años atrás con el Ibiza Bimotor. Para ello, SEAT Sport incluso construyó una pista de pruebas en terrenos del Centro Técnico de Martorell. Aplicando toda la experiencia y conocimientos obtenidos en los años anteriores, se consiguió poner a punto un coche muy equilibrado, fiable y competitivo.
Por fin, el SEAT Toledo Marathon se presentó en el Salón de Barcelona de 1993, a mediados de mayo. Un mes y medio más tarde, y después de haber completado 5.000 kilómetros de pruebas, el Toledo Marathon debutaba en la Baja Portugal, puntuable para la Copa del Mundo FIA de Rallyes Todoterreno, con Servià y su copiloto Enric Oller.
La siguiente prueba fue la Baja Aragón, donde Cyril Neveu pilotó la segunda unidad del Toledo Marathon. Las expectativas del equipo se confirmaron en el Raid de Grecia, donde Servià encabezó el doblete de los Toledo Marathon, secundado por Antoni Rius y Manel Casanova. Fue el primer triunfo internacional de la historia de SEAT.
En 1994, los Toledo Marathon disputaron tres rallyes todoterreno y subieron al podio en los tres. Erwin Weber/Manfred Hiemer fueron segundos en la Baja Portugal y terceros en la Baja Aragón, donde Servià fue cuarto. El piloto gerundense terminó segundo en el Raid de Grecia, en diciembre, la última participación del Toledo Marathon.
Con vistas a 1995 estaba previsto competir en el Dakar, pero el proyecto del Toledo Marathon se dio por concluido y, en su lugar, SEAT Sport dio el salto al Campeonato del Mundo de Rallyes, donde las cualidades del nuevo SEAT Ibiza ofrecían una magnífica base para la competición, pero esta vez con un vehículo estrechamente derivado de la serie.
Así pues, en 1995 el SEAT Ibiza GTI de Grupo A tomó el relevo del Toledo Marathon y consiguió la tercera posición en el Campeonato del Mundo de Marcas 2 Litros. Fue el preámbulo del primer triple título mundial de SEAT, conquistado por el Ibiza Kit Car en el Mundial de Marcas 2 Litros, en 1996, 1997 y 1998.
SEAT Históricos conserva en estado totalmente original y en perfecto orden de marcha la única unidad superviviente de las dos construidas del SEAT Toledo Marathon.