- Dos empleados de la marca se estrenan conduciendo el CUPRA Tavascan, tras participar durante años en su desarrollo, para compartir así sus sensaciones
- Clara Soto, Project Steering (Compras): “Es un orgullo haber aportado mi granito de arena a este proyecto disruptivo, y ahora que tengo el coche entre mis manos, todavía más”
- Entre ambos destacan el manejo y rendimiento del nuevo SUV 100% eléctrico, así como su diseño interior, con la impactante espina central de la que nacen los demás elementos
Detrás de todo gran proyecto, hay un gran equipo, y el CUPRA Tavascan es prueba de ello. La dedicación y el impulso de innumerables empleados ha permitido hacer el sueño de la marca una realidad. Entre todos estos implicados están Clara Soto, Project Steering (Compras), y Eden Ros, CUPRA R&D Project Planning Leader, que han estado involucrados desde China, donde se fabrica el SUV 100% eléctrico de CUPRA. Ahora, de vuelta en España, han tenido la oportunidad de probar el coche que forma parte del proyecto más importante de sus carreras profesionales.
Un SUV emocional. Soto es la primera en ponerse al volante del CUPRA Tavascan, y su reacción al arrancar el motor eléctrico y pisar el acelerador es de satisfacción, de saber que su trabajo y el de todo el equipo ha valido la pena, “es un orgullo haber aportado mi granito de arena a este proyecto disruptivo, y ahora que tengo el coche entre mis manos, todavía más”, se sincera. Ella ha sido el nexo entre el departamento de compras en China y el equipo que gestionaba el proyecto desde Martorell, cumpliendo con los plazos y objetivos marcados.
Ros, por su parte, ha vivido su primer contacto con el CUPRA Tavascan de forma emocional: “se me pone la piel de gallina. Es realmente increíble ver que con nuestro esfuerzo y dedicación hemos conseguido crear este producto. Es genial conducirlo, se disfruta muchísimo”, explica. Su paso por China no fue fácil. Llegó en 2019 y poco después vivió todo lo que supuso la pandemia del COVID-19, particularmente en un país donde las medidas fueron muy restrictivas. Aún así, pudo hacer frente a los contratiempos para ayudar con la organización de empleados y supervisando distintas fases del proyecto.
ADN CUPRA. Ambos han seguido la evolución del CUPRA Tavascan de cerca, pero hasta ahora no habían tenido la oportunidad de comprobar sus altas prestaciones de primera mano. Es por eso que, en cuanto a rendimiento, Ros no duda en recalcar que “me ha impactado sentir la respuesta, aceleración y potencia del coche, aparte de los casi 600 km de autonomía que tiene”, mientras que Soto hace énfasis en “la comodidad mientras estás conduciendo y la facilidad con la que toma las curvas”. En cuanto al interior del vehículo, entre ambos destacan la pantalla de 15 pulgadas, los acabados y que “el diseño de la espina central es impactante. Es muy distinto de cualquier otro coche y hace que cuando te acomodas dentro, sientas que estás en un CUPRA”, apunta Soto. Un equilibrio perfecto entre deportividad y rendimiento que refuerza el ADN de la marca.
Un futuro eléctrico. El primer héroe de la nueva era permitirá abrir más puertas de cara a la transformación eléctrica de la marca. Una idea que comparte Soto al explicar que “cada vez estamos dando pasos más importantes hacia la electrificación, y lo demuestra este modelo que va a ser un pilar de nuestra estrategia. El CUPRA Tavascan es un impulso exponencial para seguir creando coches emocionantes que rompen las reglas de lo convencional”. Ros, por su parte, concluye que “en CUPRA creemos en lo que hacemos, y estoy seguro de que alcanzaremos otros sueños como este”.